lunes, noviembre 06, 2006

 

Las apariencias engañan

Suele decirse que en la Universidad:

Biología es en realidad Química.
Química es en realidad Física.
Física es en realidad Matemáticas.
Matemáticas es en realidad Filosofía.



Razón no le falta al dicho...

jueves, noviembre 02, 2006

 

Astrología

Vivimos en un mundo plagados de pseudociencia. Casi todos los periódicos tienen una sección de horóscopos, mientras que muy pocos la tienen sobre ciencia, y los que la tienen no paran de dar patadas a la maltrecha ciencia, llegando a publicar verdaderas barbaridades...

Así que vamos a ceder a la presión de los medios y hablar un poco sobre la astrología:

La astrología es la ciencia que estudia cómo los astros influyen en nuestra vida. ¡Y una mierda! Estoy harto de oír definiciones parecidas. La astrología NO es ninguna ciencia. Una ciencia es aquella que estudia la Naturaleza usando el método científico, y es más que evidente que la astrología no lo hace.
No hay dos astrólogos que te digan lo mismo, o mejor dicho, no hay dos astrólogos que te digan algo diferente a lo que ellos consideren que quieres oír.
A todos nos gustaría saber que vamos a tener éxito en el amor, que nuestra economía va a florecer y que los astros dictan que somos tenaces y honestos.
Por suerte o por desgracia, los humanos somos propensos a creer que las cosas son como nos gustaría que fuesen. Realmente es una idea muy atrayente y tranquilizadora conocer tu futuro: a mí por lo menos me gustaría saber cómo va a ser mi vida dentro de unos años, saber si me irá bien en el trabajo, si conoceré al amor de mi vida o si mi gato Guantes va a vivir muchos años, pero el sentido crítico me dice que no hay pruebas que demuestren la veracidad de sus predicciones, más bien al contrario, parece sugerir que no son más que paparruchas, por los siguientes motivos:

1. Las predicciones son vagas: Los videntes no se mojan. Haciendo predicciones tan imprecisas se aseguran una tasa mayor de aciertos. Si yo le digo a alguien "El sábado que viene te vas a encontrar con una antigua novia del colegio, os vais a enamorar y os iréis de viaje a las islas Fiji", tengo muchas menos posibilidades de acertar que si le digo "Alguien de tu pasado volverá para hacerte feliz".

2. Usan palabras rebuscadas y jerga científica: 'Influencia gravitacional', 'percepción extrasensorial' y 'energía', sobre todo 'energía'. Es la palabra comodín. Por lo visto puede ser positiva (esta es la buena) o negativa (esta debe ser malísima, no sé muy bien por qué). Puede ser usada en cualquier contexto y situación. Pues bien, siento decepcionar a muchos pero tengo que decirlo: ¡la energía no existe! No hay nada material que se llame energía. La energía no es más que un concepto matemático. Esto tiene sus matices, pero de cualquier forma los astrólogos usan la palabra sin siquiera saber lo que significa. Eso, además de intrusismo profesional, denota una completa falta de conocimiento sobre lo que dicen.

3. No tiene criterios: Si vas a diez astrólogos distintos y les preguntas que por qué te han echado del trabajo, cada uno te dirá una cosa distinta. Este punto me parece demasiado obvio como para comentarlo.

4. Lotería: La pregunta del millón, nunca mejor dicho. Si alguien puede ver el futuro a su antojo... ¿¿por qué no echan una Quiniela y se jubilan??


5. Su fundamento es objetivamente incorrecto: Aun suponiendo que las fuerzas gravitatorias en el momento del nacimiento influyesen en nuestra vida, estudiar la posición de los astros en ese momento roza el ridículo. Vamos a comprobarlo con un poco de Física básica:

Dos cuerpos, por el hecho de tener masa, sufren una atracción gravitatoria, es decir, hay una fuerza que tiende a unirlos. Esta fuerza sólo depende de la masa de los dos cuerpos y de la distancia que los separa.
Más concretamente la ecuación básica es:
Donde m1 y m2 son las masas de los dos cuerpos, r es la distancia entre ellos en metros y G es la constante de gravitación universal. G = 6,67 · 10^(-11).

Bien, supongamos que al nacer hemos pesado 3 kg. Veamos la fuerza con la que nos atrajo Marte en ese momento.
La distancia entre Marte y la Tierra varía entre unos 56 y 100 millones de kilómetros. Pongamos que en ese momento los dos planetas están bastante cerca: 60.000.000 km.
La masa de Marte es de 6,4191 × 1023 kg, más o menos un 6 seguido de 23 ceros.

Vale, metiendo esos datos en la ecuación tenemos que en el momento en que nacimos, Marte nos atrajo (y nosotros atrajimos a Marte) con una fuerza de 3,57 × 10-8 newtons.

Eso no nos dice nada, pero comparémoslo con la fuerza con la que nos atrae el señor médico que está a medio metro de distancia de nosotros y que así a ojo pesa unos 75 kg.
La fuerza entre él y nosotros es de 6 × 10-8 newtons, ¡¡casi el doble!!

Y eso que hemos tomado un planeta bastante cercano a nosotros y casi en su distancia mínima. Además no hemos considerado a nuestra madre ni a las enfermeras que pululan por ahí. Aun inclinando la balanza hacia un lado, está claro que pensar que la posición de un planeta nos pueda influir es ridículo si no pensamos que la posición de la matrona es mucho más importante.

Conclusión: una patraña.

PD. A ver si alguien se anima a escribir algún comentario, que el botón es bien grande y está justo aquí debajo!!

Red Escéptica
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