jueves, marzo 23, 2006

 

El Big Bang, los dieléctricos y el popó de las palomas

¿Por dónde mejor que por el principio para entrar en materia?
Así es, inauguramos el primer artículo sobre ciencia por el principio de los principios, el Big Bang o Gran Explosión. Otro día hablaremos sobre el origen del término "Big Bang"

Todo comenzó hace unos 14000 millones de años, ahí es nada. Y cuando digo todo, quiero decir TODO. En ese momento toda la materia y energía del Universo se concentraban en un único punto, más pequeño de lo imaginable y de una densidad más alta de lo abarcable (era lo que se llama una singularidad). Ese diminuto punto estalló y en ese preciso momento se crearon tanto el tiempo como el espacio, por lo tanto la pregunta de ¿qué había antes del Big Bang? carece de sentido, pues el concepto de antes va ligado al tiempo, que no existía. A partir de ese momento empezaron a aparecer partículas de todo tipo y comenzó el largo y tortuoso proceso de expansión.

¿Pero como sabemos que todo esto no es más que un bonito cuento de hadas?

Seguro que todos vosotros habéis tirado un petardo alguna vez. Encendéis la mecha y os apartáis a una distancia prudencial. Cuando el petardo explota, la energía química que contenía la pólvora se transforma en otros tipos de energía: la energía cinética del cartoncillo que sale volando, la energía sonora que hace que la vecina del cuarto se ponga a gritar, la energía luminosa del destello, etc.
Cuanto más lejos estéis, más débil notaréis los efectos, ya que la energía va disipándose. Pero cuanto más fuerte sea la explosión a más distancia se percibirá.
Entonces consideremos una explosión enorme, descomunal, como la que originó el Big Bang. Por lo que parece lógico suponer que la energía de esa explosión tardaría mucho, pero que mucho tiempo en disiparse.

Y aquí empieza la historia:
Allá por 1964, En Nueva Jersey, Robert Wilson y Arno Penzias, dos jóvenes físicos que trabajaban para los Laboratorios Bell, estaban estudiando un nuevo tipo de antena que se había construido. Cuando conectaron la antena empezaron a recibir una señal muy débil que curiosamente parecía venir de todas direcciones. Daba igual que apuntasen a cualquier lado o que fuese de día o de noche, la señal seguía ahí.
Era más lógico pensar que le pasaba algo a la antena a que el cielo estaba emitiendo señales en todas direcciones, así que se subieron al tejado a revisar la antena. Allí encontraron lo que ellos definieron como una "blanca sustancia dieléctrica" (un material dieléctrico es aquel que conduce muy mal la electricidad). Este lenguaje tan rebuscado no quería decir más que una cosa: una paloma había cagado en la antena (con perdón).
Así que cuando creyeron haber encontrado el problema y lo arreglaron, fueron tan felices a encender su antena, pero de nuevo el misterioso ruido seguía ahí.
Revisando unas viejas teorías, vieron que las características de la señal de radio que estaban recibiendo, coincidían exactamente con las que debería tener la señal disipada de la Gran Explosión.

Los dos jovenes físicos recibieron el Nobel, eso sí, 14 años después.

Como anécdota nos queda que cuando los astrofísicos fueron a examinar la señal que habían descubierto dijeron algo así como:

"Estamos viendo el nacimiento del Universo, o bien un montón de mierda de paloma"

Comments:
Durante los siglos XVIII y XIX, la Ciencia creyó haber desentrañado las principales caraterísticas del sistema solar. Con el descubrimiento de las galaxias, los astrónomos creían, y continúan creyendo, que el Universo está poblado por millones de galaxias cada una con millones de estrellas. Según esta premisa falsa, piensan que entre tal cúmulo de estrellas galácticas pueden existir miles de planetas. Según las probabilidades, entre tanto planeta podría darse las circunstancias apropiadas para que se desarrolle la vida, sea biológica o/e inteligente. Con estos estímulos nace la bioastronomía, disciplina científica dedicada al estudio de la vida fuera de la Tierra. El planteamiento hipotético de vida extraterrestre, se ve reforzada con las numerosas manifestaciones de Objetos Voladores No Identificados (OVNIs) a particulares, aviones militares y civiles, etc. y la Ciencia se puso manos a la obra iniciando el Proyecto S.E.T.I. (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre). Con un alto presupuesto, como todos los que persiguen demostrar la inexistencia de Dios, enviaron al espacio cósmico una cápsula con objetos un tanto singulares para indicar a la civilización interceptora de la cápsula quienes y cómo somos la raza humana y las coordenadas de nuestro planeta en la galaxia. (Perdonen, es que me tengo que reir...)

Que toda esta parafernalia sea promovida y apoyada por ideologías agnósticas o ateas, lo encuentro razonable. Que entre los colaboradores de este proyecto, se encuentren organismos y particulares que se confiesan creyentes, me parece un disparate y un insulto a la Inteligencia. ¿Cómo puede alguien que se confiesa creyente en la fe cristiana pensar que pueda existir vida inteligente en otros planetas¿ ¿Qué clase de fe profesan estos "creyentes"?

Este asunto incita a plantearse algunas preguntas:

1) Si existieran seres inteligentes en otros planetas, ¿la anatomía corporal de cada civilización planetaria sería similar a la humana, tal y como manifiestan los "contactados", o claramente diferenciadas? Si la forma física se asemeja a la humana, ¿por qué se da esta coincidencia en la apariencia física entre distintas civilizaciones que se encuentran separadas entre sí por distancias de "miles o millones de años luz"?

2) Si existiesen varias civilizaciones de seres inteligentes, manteniendo una similitud en la apariencia física con los humanos, se hace evidente que existe un nexo entre la creación de los humanos y los seres extraterrestres... Claro que existen otros seres, no humanos, creados por Dios con apariencia humana, pero no habita en planetas lejanos, están cerca de nosotros: los ángeles.

3) Si los habitantes de la Tierra somos visitados por seres de otros planetas, es obvio que la tecnología espacial de esas civilizaciones están mucho más avanzadas que la nuestra. ¿La superioridad tecnológica se debe a una mayor inteligencia, a una existencia social más dilatada en el tiempo que nuestra propia historia... o nos están engañando pretendiendo que creamos en sus orígenes lejanos?

4) La pregunta clave: De existir seres corporales e inteligentes en otros planetas lejanos, ¿tendría que repetir Jesucristo su sacrificio personal en cada una de las civilizaciones? Para cualquier creyente sensato, me parece que esta pregunta esclarece la aberración sobre la posibilidad de que existan seres corporales fuera de la Tierra.

5) Las conclusiones del documento LA ÚLTIMA HIPÓTESIS SOBRE EL UNIVERSO, deja al descubierto que las estrellas son pequeños planetas o asteroides y que las galaxias no son otra cosa que planetas gaseosos rodeados de asteroides, meteoritos, hielo, polvo y gas. No hay posibilidad alguna de que exista ser corporal alguno fuera de la Tierra.


¡NO SE DEJEN ENGAÑAR!

http://www.laultimateoriageocentrica.com

Por cierto, la respuesta a la última pregunta planteada en el artículo sobre el Big Bang,... Un montón de mierda de paloma.

Antonio Ruiz Palacín
 
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